Incidencia En Europa cerca de uno de cada 700 niños nace con fisura labio-palatina . Los cálculos indican que hay más de 900.000 personas (bebés, niños y adultos) con fisura en Europa, una cifra considerable especialmente cuando tenemos en cuenta que no son sólo los pacientes sino también sus familias las que se ven afectadas por el largo protocolo de tratamiento. El acceso a la atención adecuada varía a lo largo de Europa, lo que significa que puede que muchos niños que nacen con fisura labio-palatina no tengan la oportunidad de desarrollar todo su potencial. El concepto de plantear el tratamiento a partir de un equipo completo de especialistas no es universal. Tratamiento de la fisura labio-palatina Generalmente la fisura labio-palatina se trata con cirugía. Puede que sea necesario acudir a otros tratamientos para tratar síntomas asociados como la terapia del lenguaje o el cuidado dental. Clínicas especializadas en las fisuras y equipos de tratamiento El equipo que trate la fisura debe estar compuesto por profesionales sanitarios de diferentes especialidades y que trabajen en estrecha colaboración.  Estos equipos deben incluir: un coordinador del caso/gestor del servicio; un cirujano con formación en cirugía primaria de la fisura labio-palatina ; un cirujano especializado en cirugía secundaria de la fisura labio-palatina como injertos óseos y cirugía a ortognática; un ortodoncista; un logopeda y terapeuta del lenguaje; un enfermero especializado en el cuidado de la fisura; un psicólogo con formación clínica reconocida; un audiólogo; un cirujano ORL; un genetista; un ortodoncista; un odontólogo/estomatólogo pediátrico; un técnico dental. Aunque no todos los pacientes requerirán todas las especialidades, el acceso a todos estos facultativos debe estar disponible cuando sea necesario. Alimentación Si su niño tiene fisura labio-palatina, hay que valorar su alimentación para que puedan resolverse los problemas que pueda haber. Muchos niños con fisura palatal tienen problemas para tomar el pecho debido a la hendidura en el velo del paladar pero con la supervisión de una enfermera o consejero cualificado la mayoría de los bebés pueden alimentarse bien utilizando un biberón o tetinas ergonómicas fabricadas para este fin.  En algunos países se utiliza una placa palatal para facilitar la alimentación. La sonda nasogástrica debe utilizarse únicamente en los casos en que haya necesidades específicas, como cuando otras anomalías están presentes. Cuidados El cuidado típico desde el nacimiento a la madurez incluye las intervenciones que se indican a continuación.